miércoles, 29 de enero de 2014

La danza de las bufandas

La primera salida con Micaela había sido pasable y nada más. Él se volvió de Tel Aviv, una ciudad imaginaria en Asia. Ella le escribió algo por el whatsapp, otro producto imaginario de estos tiempos. 

A Ramón le pareció leer que ella le escribió “gracias por entrar en mi vida”. Le pareció exagerado, pero le escribió que era mutuo. Luego descubrió que había leído mal, ella le estaba agradeciendo por haberle hecho conocer en el whatsapp el dibujito de un monito. Ramón quedó como un zapato. 

Varios días después ella estaba realmente enamorada. 

La segunda vez que se vieron, la cita empezó bien. (Aunque les hicieron una multa en el tren y él pensó que bueno, que eso era una mala señal). 

La cuestión (más o menos) fue que esa noche, a las diez, Ramón le dijo “qué linda que te queda mi bufanda” y dos horas después, pensaba “¿cómo hago para recuperarla?”. 

No sería la primera bufanda que Ramón perdería en manos de una cita. Desde ya, él no es tan banal como para darle a las bufandas una importancia trascendental. Sin embargo a veces, el destino aparece de manera molesta. Las citas implican para Ramón una inversión exagerada en materia de bufandas.

Anexo: Catálogo de bufandas perdidas

·         Bufanda entregada aproximadamente en febrero de 2013 (hay que tener en cuenta que Ramón vive en el Hemisferio Norte). Bufanda estilo “kafia” árabe, pero más linda. Comprada en Pull and Beer poco tiempo antes. Entregada con la esperanza de que ella diría una vez más “no, en serio, llevátela”. Algún tiempo después ella le ofreció enviarle unas medias que el dejó en su casa. Él se negó, desde ya, y no dijo nada de la bufanda.
Situación actual: irrecuperable.

·         Bufanda entregada en mayo de 2015. Similar a la anterior, un poco menos linda. Pero muy linda igualmente. Tambien onda “kafia” del siglo XXI, color azul y blanco, tambien comprada en Pull and Beer. Cuando Ramón la vió en el negocio pensó: “esta va a reemplazar aquella otra!”. Que triste e irónico destino.
Situación actual: en dolorosas tratativas.

·         Bufanda tipo "polar". Regalada sin querer el 13/11/2013. No era especialmente linda. Más bien podríamos decir que era "tirando a fea". Como era su cumpleaños, Ramón estaba un poco romántico y creyó que perderla no le significaría nada. Cuando ella quiso devolvérsela y él dijo que no con la mano, como mostrando que eso era obvio (¿qué clase de caballero sería?), notó que justo en el borde decía "Egresados" y se dio cuenta de que la prenda tenía alguna carga afectiva que ella, probablemente, no apreciaría. No entendía español.
Situación actual: ni que hablar.

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